lunes, 23 de abril de 2012

Desierto de los Leones - México

Hace un par de semanas decidí tomarme libre el viernes e ir a visitar el Desierto de los Leones. De niño hacía este viaje relativamente seguido (o esa es la percepción que tengo) con mi familia, tengo muchos buenos recuerdos familiares de "días de campo" en los que nos juntábamos desde temprano en casa de mis abuelos para salir en tres o cuatro carros cargados de comida para pasar un día entero en este parque nacional. El problema es que mi última visita antes de esta fue hace casi 20 años.
     El recorrido en carro fue más o menos de 40 minutos subiendo por el Camino al Desierto de los Leones, es impresionante como vas subiendo y en vez de ver la ciudad terminar, la ves crecer más y más. Casi al llegar a la entrada las casas se terminan y el paisaje urbano es reemplazado por cientos de árboles, y la temperatura baja unos cuantos grados de golpe.
     Desgraciadamente el día que fui estaba nublado, y al estar allá comenzó a llover, por lo que tuvimos que acortar nuestra visita. Pero aun así entramos al monasterio y nos percatamos que lo estan restaurando, por lo que hay muchas áreas que están cerradas y sólo pudimos ver desde fuera.
     Al terminar nuestro breve recorrido dentro del monasterio, fuimos a comer a uno de los restaurantes que están en la parte de afuera. Pedimos la comida al momento en el que la lluvia comenzó a caer más fuerte, así que resguardados bajo el techo del restaurante comimos sopa de tortilla, cecina y enchiladas. Como todo restaurante de este tipo, la comida es realmente abundante así que no comí nada más en todo el día.
     Para volver a casa, tomé el camino por la carretera a Toluca y después de casi una hora, estaba de vuelta en el tráfico, el ruido y el ajetreo cotidiano de la hermosa Ciudad de México. Definitivamente es un paseo muy relajante que espero hacer más seguido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.