Después de varias semanas de estudio; al fin, hoy por la mañana, presenté el examen de certificación de Project Manager Professional. Gracias a las incontables horas que dediqué a estudiar, pasé el examen y a partir de hoy podré utilizar las siglas PMP después de mi nombre.
Este paso es muy importante para mi y a continuación les contaré por qué. Hace casi cuatro años tomé una de las decisiones que más influenciaron mi carrera profesional y mi vida en general: formar mi propia empresa. Para esto dejé de lado un trabajo estable y aposté todo a este nuevo proyecto.
Durante los primeros meses todo parecía ir con el viento a favor, sin embargo, mi propia inexperiencia al frente de proyectos y la ingenuidad con la que aún me desempeñaba influyeron para que varios de estos proyectos tuvieran problemas que terminaron sin cumplir las expectativas del cliente.
Un año y medio después, sostener la empresa era imposible; nos encontrábamos trabajando en la sala de mi departamento porque ya no teníamos manera de pagar la renta de la oficina. Y cada quincena era más difícil decirle a las personas que estaban conmigo que no había dinero para realizar los pagos. Por suerte, el equipo estaba conformado por muy buenos amigos que entendieron el problema y se quedaron hasta que el barco se hundió por completo.
Una de esas personas fue mi buen amigo Mau, que aguantó (no sé cómo) hasta el final. Y un día cuando ya estábamos en el proceso final de cerrar la empresa y platicando qué haríamos de nuestras vidas, me dijo una frase que no olvidaré nunca: "Busca trabajo como adminstrador de proyectos, es en lo que has estado trabajando los últimos dos años". Pensé que tenía razón y decidí que quería capacitarme para poder llevar la administración correctamente y no caer en los mismos errores, así que encontré un curso avalado por el Project Management Institute y decidí tomarlo.
Para este momento me encontraba sin dinero y fue otro de mis amigos quien me prestó para tomar el diplomado. El cual considero una de las mejores inversiones que he hecho, ya que me abrió las puertas de la adminstración de proyectos como debe ser.
Cuando terminé el diplomado estaba decidido a presentar el examen de certificación inmediatamente, pero al revisar los requisitos noté que tenía dos opciones, titularme y juntar 500 horas más de administración de proyectos o no titularme y juntar 3,500 horas más. Así que decidí titularme, lo cual por fin hice en noviembre del año pasado.
Es verdad que las crisis son momentos de oportunidad, y creo que el haber quebrado mi empresa y haber caido hasta el fondo de mi carrera profesional era lo que necesitaba para conseguir todo esto y estar parado en el lugar que estoy ahora.
Me tomó un poco de tiempo, pero hoy ya estoy donde hace dos años decidí que iba a estar. Ahora es momento de escoger otra meta, decidir para cuando la quiero cumplir y hacer todo lo necesario para lograrla; en tiempo y por debajo del presupuesto.
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