Hoy estaba leyendo un artículo en el cual el autor intentaba convencernos de la inexistencia de un dios. La verdad, aunque soy ateo, debo decir que se me hizo un artículo de muy mal gusto. Aun hay cosas que no se pueden comprobar científicamente, pero también hay personas tratando de encontrar esas respuestas. Esto no quiere decir que esas personas sean ateas, simplemente quiere decir que están buscando una respuesta científica a algo que aun no se pueden explicar, como la creación de la vida.
Durante miles de años los seres humanos han ido evolucionando, y una de las constantes es que siempre han tenido una o varias deidades a las cuales les atribuyen las cosas que no entienden. La lluvia, algo natural, tiene una representación divina en todas las culturas; y así podría seguir con cada fenómeno comprobado científicamente.
La creencia en un dios va mucho más allá de explicar lo que no entendemos, es más para creer en algo más grande que nosotros mismos. Hasta los ateos tenemos nuestros propios dioses; por ejemplo, yo creo en la humanidad y estoy convencido que algún día nos llevará al paraiso, un mundo justo, sin guerras, sin discriminación, etc. Desgraciadamente no hay un solo lugar para rezarle a este "dios", porque la humanidad somos todos.
La segunda parte del artículo hablaba de la corrupción de la iglesia católica, el poder económico y político que tiene el Vaticano. Al menos en México no es nada nueva la noticia de que Juan Pablo II protegió al pederasta Marcial Maciel. Tampoco es nueva la historia de las cruzadas donde miles de seres humanos murieron porque la iglesia católica tenía como misión recuperar Tierra Santa. Y tampoco es nuevo que el ala más conservadora de la iglesia en México haga manifestaciones contra el aborto, el divorcio y la homosexualidad.
Así puedo seguir durante muchas páginas más, hay tantas barbaridades en la historia de la iglesia que me faltaría vida para escribirlas. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con la creencia en dios, y lo digo como ateo.
Alguna vez alguien me dijo "La iglesia católica es como cualquier empresa, pero al llevar dos mil años existiendo tiene más corrupción que cualquier otra". Esto es muy cierto, y se han cometido tantas acciones "en nombre de dios" que es difícil diferenciar a dios de la iglesia.
En los últimos años han surgido muchas "nuevas religiones", al final quien sea que sea el dios de cada una es lo de menos, porque cada una de esas iglesias o templos está manejada por el hombre, y ahí es donde cualquier tipo de perfección se pierde.
Normalmente intento evitar este tipo de temas en mi blog, pero consideré importante escribir esto para que las personas que lo lean puedan reflexionar un poco acerca de la diferencia entre dios y la iglesia. Tan simple como suena un dios es, al final, una deidad mientras que una iglesia es una instiución creada por el hombre.
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