miércoles, 20 de enero de 2010

El cinturón

Hoy trataré algo diferente en este blog, un relato directo de mi imaginación. La idea surgió la semana pasada, cuando al asistir a una entrevista de trabajo me hicieron dibujar un hombre y una mujer, y posteriormente escribir una historia de cada uno. Se supone que es un examen psicológico para medir la personalidad, pero me pareció que mi historia era interesante así que dejaré que ustedes decidan.

"La primera impresión jamás se olvida", o al menos eso pensaba Rodolfo mientras se veía al espejo y recordaba un viejo comercial de televisión. Se había tomado cerca de dos horas para arreglarse y asegurarse que lucía impecable. Revisó que estuviera bien rasurado, planchó su camisa perfectamente, le dió brillo a sus zapatos y se peinó con mucho cuidado para no dejar un solo cabello suelto.
     La prueba final sucedió cuando se miró al espejo, todo estaba en orden. Estaba a punto de sonreir cuando percibió algo que no lo hacía sentirse cómodo, analizó parte por parte su atuendo y no lograba encontrar aquello que le provocaba esa sensación desagradable. Dos minutos después de estarse mirando se dio cuenta de qué lo incomodaba, su cinturón. No combinaba del todo bien con los zapatos, y aunque era casi imperceptible, no se veía perfecto. Pensó en cambiar su vestimenta por completo, pero al mirar el reloj se dio cuenta que sólo le quedaban cinco minutos, a menos que quisiera dejar a Andrea esperando.
     Los minutos pasaban muy despacio mientras decidía que hacer. Sus opciones eran claras, dejarla esperando unos minutos y verse impecable o llegar a tiempo y verse mal. Volteó a ver el reloj de nuevo, ya debería estar saliendo de su departamento. La angustia lo invadió, lo que hubiera dado por tener a su hermana ahí y que le dijera que hacer, pero no, ella estaba trabajando y no había tiempo de llamarla.
     Dos minutos después de la hora, Rodolfo salió corriendo y pidió un taxi. Llevaba su cinturón sin combinar pero iba a llegar a tiempo. Mientras atravezaba la ciudad pensaba "lo importante es lo que pienso, no cómo me veo". Al llegar a su cita, Andrea lo recibió con una sonrisa y eso le bastó para olvidarse completamente del cinturón.

2 comentarios:

®afæl dijo...

Por un momento pensaría que eres Obsesivo Compulsivo XD :P

®afæl dijo...

Por un momento pensaría que eres Obsesivo Compulsivo XD :P

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