La década de los 30's

O como algunas personas se refieren a ella, el tercer piso. Decidí escribir esta entrada porque hace unos días fue el cumpleaños 30 de un amigo. Mientras festejábamos, escuché que le preguntaban "¿cómo te sientes?" y él respondía "igual", ahí me di cuenta que la pregunta indicada debería ser "¿igual a cuándo?". A diferencia de lo que popularmente se cree, la "vejez" de los treintas no inicia el día de nuestro cumpleaños, es un proceso que inicia desde antes o un poco después.
     Para ejemplificar esto, decidí hacer un recuento de mi vida separándola por lustros. A los 5 años, era un niño, por lo que imagino que mi mayor interés era jugar y pasármela bien. A los 10 años, vivía la recta final de la primaria y (por suerte) de los ochentas, me dedicaba básicamente a estudiar, jugar y a hacer las cosas normales para esa edad. A los 15 años las cosas comienzan a ponerse interesantes, me encontraba a punto de pasar a la prepa, tenía el cabello largo y era feliz imaginando que dentro de algunos años haría giras mundiales tocando con grupos como Metallica.
     Es raro pensar que todo lo que escribí anteriormente habla de la primera mitad de mi vida, hay cosas que recuerdo como si hubiesen sido ayer. Cuando veo a mis amigos de secundaria y prepa, reimos mientras recordamos momentos de aquellos tiempos y no podemos evitar esa nostalgia de una época que jamás volverá.
     Continuémos con el recuento de mi vida, siguen los 20 años. Había terminado la prepa, no estaba estudiando, sólo trabajaba de mesero en un restaurante. En ese tiempo mi principal interés era el "hoy", o para ser más específicos, "hoy en la noche", creo que salía a algún lado todos los días y lo que menos me preocupaba era mi futuro.
     A los 25 años, me encontraba en una época muy diferente, estaba terminando la carrera, llevaba varios años trabajando en mi profesión y mis intereses radicaban completamente en eso. Había dejado de salir mucho por el cansancio de toda una semana de trabajo y estudio (tiempo completo y medio tiempo, respectivamente).
     Por último, cuando cumplí 30 años estaba a punto de casarme, tenía una pequeña empresa y dedicaba la mayor parte de mi tiempo libre a estar con mi ahora esposa, aunque también hacía lo posible de vez en cuando para salir con mis amigos o jugar videojuegos. Ahora sí, pensando en el futuro y en maneras de tener una mejor calidad de vida.
     Al relatarlo así, con espacios de cinco años, es muy notorio el cambio de intereses, sin embargo si lo hubiera hecho por cada año, realmente sería difícil. La verdad creo que mi actitud a los 25 era muy similar a la que tenía a los 23 o a los 26, con ciertos destellos de la siguiente fase, pero muy parecida. Al final, seguimos siendo los mismo, simplemente vamos madurando.
     Lo que es un hecho, es que ahora he dejado atrás muchas cosas que antes eran importantes para mi, como los estereotipos, o algunas batallas que nunca iba a ganar. Decidí seguir las reglas de la vida, porque al final, ahí están, y cada quien es libre de seguirlas, ir contra ellas o simplemente ignorarlas.