¿Cuándo permitimos que se volviera normal?

La gran noticia de hace unos días en la "guerra contra el narco" fue el operativo contra Beltrán Leyva. Llegué a escuchar a varias personas hablar de ese tema, cada quien expresaba su punto de vista, como es costumbre. Sin embargo el saber que una figura tan fuerte dentro del narco había caido, era motivo de júbilo. Pero ayer por la tarde, leo en Twitter que la familia del marino que murió en el operativo fue atacada en su propia casa, dejando como víctimas a la madre, un hermano, una hermana y una tía.
     Este tipo de ajuste de cuentas es algo tan normal hoy en día. El problema esta vez es que la familia que mataron era de un marino, no de un narco. Sin embargo, no pude evitar preguntarme ¿cuándo permitimos que se volviera normal? Todos los días vemos cosas que no están bien pero ya estamos tan acosutumbrados a verlas, que se han vuelto normales. ¿Cuándo permitimos que la miseria del país se volviera normal? ¿Cuándo permtimos que revisar si todavía traemos la cartera, el celular y el ipod al bajar de un transporte público se volviera normal? ¿Cuándo permitimos que el hecho de que los políticos se roben nuestro dinero se volviera normal? ¿Cuándo permitimos que la ola de asesinatos que leemos diario en los periódicos se volviera normal? ¿Cuándo permitimos que trabajar todo el día para pagar deudas se volviera normal?
     Estas son sólo algunas preguntas que me hice al momento de hablar de la "normalidad" en este país. Desde niño recuerdo a México viviendo en crisis, llevamos ya más de 15 años con el dólar por arriba de los 10 pesos, los limpia-parabrisas están en cada esquina y siempre buscan el momento adecuado para sorprenderte, los niños de la calle cada vez son más y parece que no hay manera de detener el crecimiento.
     Todo esto abarca la normalidad para nosotros. Y es en estos momentos cuendo pienso que no quiero mantenerme en esta normalidad, es preciso hacer algo para cambiarla. A veces decimos que no podemos cambiar al mundo, y tal vez sea verdad, pero al menos podemos cambiar nuestro mundo, el trato con nuestra familia, con nuestros amigos, con las personas que nos topamos en la calle, etc. Es algo idealista, pero al final, cada quien puede contribuir con su propio granito de arena, y así, cambiar esta normalidad por una normalidad agradable.