A las ocho de la noche del domingo se publicaron las encuestas de salida que situaban a Peña Nieto como ganador con el 42% de los votos, sobre Andrés Manuel López Obrador con el 31% de los votos. En este momento, con el 31.5% del PREP computado, Peña tiene el 36.55% mientras que López Obrador tiene el 33.26%; estadísticamente están en empate técnico aunque eso pareció no importarle a Felipe Calderón y en su discurso reconoció a Peña como el próximo presidente de México; pero eso no es todo, unos cuantos minutos después, el candidato del PRI dio un discurso "aceptando" la presidencia de México.
No puedo ocultar mi frustración ante este virtual triunfo del PRI; al parecer 12 años fueron suficiente para borrar la memoria de los mexicanos, 12 años bastan para olvidar siete décadas de opresión PRIísta.
Nací en 1978, mi infancia la viví principalmente bajo el régimen de Miguel de la Madrid; por eso es que mi primer contacto con el fraude electoral fue a mis escasos 10 años, cuando el pueblo apoyó a Cuauhtemoc Cárdenas, pero el sistema impuso a Salinas de Gortari, ¿cómo olvidar la frase "se cayó el sistema"?
Seis años después me enfrenté al asesinato de Colosio y el acenso de un presidente totalmente gris, Ernesto Zedillo. Quien simbolizó la caída del PRI por primera vez en 70 años. Así es como llegué al año 2000 y al momento para emitir por primera vez mi voto.
A diferencia de la mayoría de mis amigos y conocidos, yo no voté por Fox; el hecho de que fuera un ranchero que salió a un mitin político con un estandarte de la virgen ayudaron a que no creyera en su proyecto ni en su capacidad para gobernar. Desgraciadamente no me equivoqué y pasará a la historia como uno de los peores presidentes de México.
Llegó el 2006, López Obrador venía con mucha fuerza después de haber sido Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Por el otro lado, Vicente Fox había hecho cientos de estupideces durante su sexenio que el PAN estaba destinado a perder la elección con su candidato Felipe Calderón. Durante la jornada electoral, AMLO se perfilaba como favorito hasta que "llegaron los datos de los estados PANistas" y cambiaron el curso de la elección. Un fraude descarado que colocó a Calderón en la silla presidencial y, así como él dijo, "haiga sido como haiga sido" gobernó nuestro país con el ejército, ocasionando más de 70 mil muertos, de 2006 a 2012.
Ahora, me enfrento a la frustración de ver a lo peor del PRI regresar al poder. Peña Nieto es solamente el maniquí que lo representa, pero atrás de él está Salinas, Montiel, Fidel Herrera, y demás personajes oscuros de nuestra historia.
Desde hace meses sabíamos que era muy probable que esto ocurriera, que EPN fuera impuesto como presidente aunque millones no lo quisiéramos en ese puesto. Hoy, después de una jornada electoral llena de irregularidaddes, es lo que el IFE trata de legitimar.
El PREP seguirá toda la noche, y de corazón espero que la tendencia se revierta. Creo que México se merece algo mejor, y se merece no tener gente en semejante pobreza para que el voto y los siguientes seis años del futuro del país valgan mucho más que 500 pesos.
1 comentario:
No nos queda sino resistir, perseverar, sobrevivir...
Defender lo que tenemos, y prepararnos para 6 años flacos, y estar listos dentro de seis años.
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