miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿El que no transa no avanza?

Hace poco un taquero me dió las gracias porque al traerme mi cuenta me percaté que estaba cobrándome un taco menos y le avisé de su error, me dijo que si hubiera sido otra persona ni le habrían avisado. ¿Por qué tiene que darme las gracias por eso? ¿En qué momento se perdió la noción de lo correcto y lo incorrecto? No haberle avisado para mi habría sido algo deshonesto y abusivo; sin embargo mucha gente simplemente habría pensado "me lo chingué y me comí un taco de más".
     El dicho "el que no transa no avanza" está tan arraigado en nuestra sociedad, que cuando alguien no lo aplica la gente lo considera "un pendejo".
     El lunes pasado, una amiga me envió un correo titulado "¿Qué el gobierno haga algo?" y relataba varias historias muy comunes en nuestro país, sosteniendo que el problema no está en el gobierno sino en la sociedad. Al igual que ella, no puedo estar totalmente de acuerdo con esta visión; pero aunque es un tanto radical creo que tiene partes rescatables. Por ejemplo, una de las historias de aquel correo habla de una familia donde se alenta y se festeja que un miembro "trabaje" vendiendo alcohol adulterado porque es "buen dinero". Es difícil que el gobierno pueda hacer algo además de tal vez meterlo a la carcel; pero si el gobierno regulara los medios de comunicación para que fueran educativos en vez de lo que son ahora, que la SEP proveyera una educación de calidad y que se fortaleciera la economía para generar empleos, probablemente este joven en vez de vender alcohol adulterado podría ganarse la vida de otra manera.
     Delincuencia siempre va a haber y personas que piensen que el que no transa no avanza también, una buena educación y más oportunidades podrían hacer que no hubiera tantas.
     Una variación de esta frase que veo diariamente sucede en los semáforos. Se pone el alto e invariablemente hay un pesero, un taxi o un auto particular que se pasa y se queda bloqueando el paso de la otra calle, lo cual provoca un embotellamiento. Pero si una persona se queda parado en el alto para evitar bloquear la otra calle, los demás autos comienzan a tocar el claxon porque "es un pendejo".
     Creo firmemente que el gobierno tiene que hacer algo para mejorar a nuestro país, pero también pienso que la sociedad juega una gran parte en este cambio. Si lo hiciera el gobierno sería más rápido, los cambios de arriba hacia abajo son más sencillos; pero no podemos esperar a que el gobierno lo haga y sólo quejarnos de lo que sucede sin hacer nada, así que tenemos que iniciar el cambio de abajo hacia arriba. Este es un proceso más difícil, más lento, más pesado y mucho más desgastante, pero puede lograrse.
     Si cada uno de nosotros dejamos de lado esta frase mexicana tan desagradable y empezamos a hacer las cosas sin transas, veremos un cambio en los próximos años. Y ahí sí, en ese momento, veremos todos juntos a nuestro país avanzar.

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