viernes, 19 de agosto de 2011

Una mala manera de despertar

Hoy desperté pensando que era sábado, cuando me di cuenta que era viernes y aún tenía que ir a trabajar me sentí bastante desilusionado. Digo, hay peores maneras de despertar, como con los aullidos del perro del departamento de arriba, o los gritos de mi vecino naco, o tal vez con el sonido de un comando militar entrando por la ventana (ok, esto es un poco irreal, pero imagino que sería una peor manera de despertar).
     La verdad no entiendo por qué estoy tan cansado, he dormido más o menos entre seis y siete horas diarias. Tengo dos teorías, la primera es que de la noche a la mañana mi cuerpo decidió que necesito nueve o diez horas diarias de sueño; y la segunda es que estoy muy estresado por el trabajo.
     Si me inclino por la segunda teoría creo que obtendré mi respuesta. Últimamente con la huelga en Verizon la carga de trabajo y la presión ha aumentado mucho para los que nos quedamos en la oficina. Para no hacer el cuento largo, la historia es simple: 45 mil trabajadores se fueron a huelga el pasado 7 de agosto, por lo que entró el plan de contingencia que es enviar al personal administrativo a cubrir las plazas de los huelguistas mientras dure el paro. Al día de hoy, más o menos el 30% de mi equipo se fue a cubrir el trabajo de campo (poner cables, subirse a postes, atender llamadas de usuarios, etc), y este domingo la segunda ola de cobertura sale a trabajar, es otro 30%.
     Más del 70% de los proyectos de agosto y septiembre fueron movidos de fecha o detenidos indefinidamente. Por suerte, el proyecto que yo llevo es de alta prioridad y no fue afectado en ese sentido. El problema es que ahora tengo que llevar este proyecto, más cubrir algunas tareas administrativas que antes no realizaba. Y si por sí solo, el proyecto era estresante, ahora es un poco más.
     Siempre he tratado de ver el lado bueno de las cosas y que siempre se puede sacar algo bueno de un momento crítico, así que decidí que hay varias ventajas de quedarme aquí, como por ejemplo saber que no hay riesgo de caer en el recorte de personal porque tengo un proyecto importante, o que tendré que realizar alguas tareas de Project Management que no he practicado últimamente.
     En fin, el estrés me está cansando y creo que debo hacer algo para evitarlo. No puedo ser tan cínico como para que no me importe el proyecto, pero creo que puedo darle su justa dimensión y evitar que me dañe físicamente. Como por ejemplo, decidí tomarme 20 minutos entre mis juntas para escribir esta entrada de blog y así poder relajarme un poco, pero esos minutos ya terminaron y es hora de volver al trabajo.

2 comentarios:

zayra dijo...

Hola Oscar! justó me pasó lo mismo la semana pasada pero al revés, el sábado me desperté a las 7 creyendo que era viernes jajajaja ya mi cuerpo está super acostumbrado que me despierto en automático todos los días a la misma hora. Y por lo de las horas de sueño, sufro lo mismo! duermo 7 horas diarias y despierto con mucho sueño, ni cuando iba a la escuela que dormí 4 horas me sentía asi! pero es por cuestiones de estrés, creeme.

LR dijo...

Hola Oscar, me sentí muy identificada con tus líneas, sobre todo por el inicio del blog, yo tuve la misma confusión hace unos pocos días y realmente es preocupante sentirse así, creo que la manera como lo estás manejando es la más adecuada (buscarle el lado bueno o positivo a la situación), definitivamente, debe existir alguna razón por la que sigamos ahi y por la cual seguimos luchando por esos proyectos, en mi caso, es por mi equipo de trabajo y porque a pesar de las duras circunstancias le he tomado cariño al proyecto y a la labor que hemos desarrollado en estos pocos meses que he podido participar en el mismo, así que solo me queda decirte que quizás debamos estar menos en la compu hasta altas horas de la noche y aprovechar unas horas extra de sueño cada día!

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