Nuestra visión clase-mediera del éxito es simple, se basa en el estatus social y económico de tu vida:
- Tener dinero suficiente para gastar (o tarjetas de crédito suficientes para aparentar)
- Un carro nuevo o relativamente nuevo y de cierto precio (obviamente un chevy o un pointer no cuentan)
- Una casa/departamento propio en una zona "nice" (o al menos en proceso de ser adquirido, sin importar que la hipoteca te quite más del 50% de tu salario)
- Una pareja estable; casados si la edad supera los 30-35 años
- Salir cada fin de semana al cine, a cenar, de antro, a Acapulco, etc.
- Haber hecho viajes fuera del país, preferentemente a Europa o Asia (que ahora está de moda para las lunas de miel)
- En el caso de los hombres, tener un buen empleo o de preferencia ser empresario; vestir de traje y con ropa de marca
- En el caso de las mujeres, tener un buen hombre (remitiéndome al punto anterior para establecer el juicio), ropa de marca y mucho tiempo libre para estar con amigas
Varias de las personas que más he admirado en mi vida han muerto sin dejar grandes herencias, no hay propiedades o enormes cuentas de banco. Sin embargo han dejado una vida de enseñanzas, cultura, honestidad, perseverancia, valores, y demás cosas que considero más importantes que el éxito material. No voy a negar que hay otras personas que admiro tienen bastente dinero y una buena tajada del éxito del que hablo; pero yo no admiro la cantidad de dinero que puedan tener en el banco, sino todo el esfuerzo y la visión que tuvieron para lograrlo. Al final son cosas diferentes.
Este concepto del éxito, totalmente parecido al "American Way of Life", me pone a pensar en el futuro de México. Nuestra sociedad está bastante bien encaminada hacia la incultura, el individualiso, la ignorancia; donde tener una plática de algo más que chismes o cosas de la vida diaria es realmente difícil. Y tristemente esto comienza desde casa: los padres, para tener este "éxito", confían la educación de los niños a personas con aun menos educación que ellos. No es de extrañarse por qué la mayor parte de las personas no leen, muchas de ellas fueron educadas por personas que ni siquiera sabían leer.
Un día llegará nuestra muerte, y tal vez tengamos tiempo de preguntarnos por última vez "¿qué es lo que le dejamos al mundo?". Vale la pena comenzar a trabajar en nuestro propio concepto del éxito, aquel que cada uno de nosotros tiene en la mente; porque el día menos pensado, alguien se inspirará para escribir un blog después de asistir a nuestro entierro.
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